Los gobiernos de la cuarta nombraron embajadores en todas partes
del mundo, no había un lugar en los distintos hemisferios donde no
existieran las embajadas de Venezuela en representación Diplomática
exceptuando los países del ala comunista o socialista. Pero había una
representación para los asuntos económicos que bien se guardan entre
países que no compartan diversos criterios. Se
le vino criticando a la cuarta Republica la inmensa fortuna que se
gasta en dichas misión diplomáticas. Se les critico hasta la saciedad.
La cantidad de manejos que se realizan a través de ellas era horrorosa
por no citar una palabra más contundente dentro de la corrupción
diplomática.
Cuando
cayó la cuarta Republica y se hizo a la arena política la quinta
Republica se pensó que todo iba a cambiar por estos lares la espantosa
corrupción de la cuarta República.
Hoy día se sigue el mismo patrón de la cuarta Republica se envían
embajadores (revolucionarios) y lo que hacen es llenarse las manos con
diversos emolumentos que les coloca el poder del dinero o el ambiente
los absorbe de tal manara que se olvidan de sus tareas especificas que
es representar el estado venezolano y al gobierno de turno en la
gerencia de la diplomacia venezolana y sembrar una imagen de honestidad,
pulcritud, honradez, y buen manejo de la cosa publica de las embajadas.
Dejan de ser revolucionarios y pintan a una revolución que dice ser
socialista, pero ellos son por dentro blancos o verdes; medias tinta que
quedaron agazapados por sus títulos obtenidos en las universidades
venezolanas, por que Venezuela no cuenta con universidades para preparar
verdaderos diplomáticos que sepan gerencial la diplomacia a cabalidad.
El
proceso revolucionario debe de evaluar la realidad diplomática de
quienes nos representan en los distintos países. Mas en este cambio que
se debe realizar con profundidad en todos los aspectos que debe ser una
embajada revolucionaria.
Se reconoce también la valía de algunos diplomáticos que han puesto en alto la presencia venezolana como un paradigma digno a seguir en América y el mundo.
Así,
como la Asamblea Nacional ha tomado la decisión de aprobar la Ley de
los delitos cambiarios, también se debe legislar sobre quienes deben
ocupar los cargos de embajadores de nuestra Nación ante el mundo. Para
poder limpiar la diplomacia de tanto corrupto oculto de la cuarta
Republica disfrazados de rojo rojitos.
Las decisiones deben ir amparada con nuestra Revolución Azul (La
Constitución), para que sea efectiva el espíritu y la letra que es la
acción de la democracia participativa y protagónica que nos hemos dado como ciudadanos del estado venezolano del siglo XXl.
Veremos en el tiempo la realidad de la Cuarta y la Quinta República
en este aspecto de la lucha por hacer una Revolución pacifica donde se
le ha dado la oportunidad a todos en el pluralismo ideológico real.